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-Extraño, ¿verdad? -dijo Gainer-. Es la poca gravedad. Cuanto más cerca está uno del
eje de rotación, tanto menor es la gravedad. Aquí estamos a eso de un cuarto de "g", en
la galería de más abajo es algo menos de medio "g" y en la exterior (donde todos vivimos)
es lo mismo que en la Tierra, una  g". ¿Qué les parece si nos vamos a una de las galerías
externas donde las cosas son más cómodas y desde donde podemos ver lo que ocurre?
Mientras nos preparábamos para ir, añadió: -Supongo que debería decirles, antes de
que empecemos, que esta galería donde estamos se llama una "galería dique" -galería
Dique B, para precisar, puesto que nos encontramos en la mansión B-. Se utiliza el eje de
las mansiones como dique para cohetes de pasajeros y de servicio (los cohetes
estructurales se dejan flotando afuera en uno de los depósitos, hasta que se necesitan).
Admito que estas galerías centrales son un poco molestas para los recién llegados -poca
gravedad y curvatura pronunciada-, pero no se puede hacer nada para evitarlo. Y
además, la escasa gravedad facilita la descarga de suministros macizos, etcétera. No
olviden que por aquí arriba utilizamos siempre la palabra "macizo", a menos de que
hablemos de cosas que de una forma u otra están siendo aceleradas. Es una coladura
decir que una cosa es pesada sencillamente porque es maciza. Y la razón es sencilla: en
el centro de un dique vacío (el eje de una mansión) incluso las cosas más macizas no
pesan nada. No tendría sentido decir que son pesadas.
-Vamos, pues- prosiguió-. Bajemos.
Seguimos la galería hasta que llegamos a una puerta de trampa, que Gainer abrió,
revelando una escalera semejante a aquella por medio de la cual habíamos salido del
cohete. Descendimos y llegamos a un compartimiento más espacioso. La gravedad era
perceptiblemente más cercana a lo normal.
-Esta es la galería de servicio. Tuvimos mucho trabajo en meter algunas de las piezas.
Fue necesario desmontar partes de la pared. Con algunas de las piezas macizas fue aún
peor. Aquella de allí -una caja fuerte para productos radiactivos- era tan maciza que
tuvimos que detener la rotación antes de poderla trasladar desde la galería del dique. Eso
es cosa que tratamos de evitar en lo posible, el detener la rotación. Perturba a todo el
mundo e interfiere con el trabajo. Y cada vez se rompe algo. -Se volvió hacia un
almacenista que estaba sentado junto a un tablero de instrumentos, tomando notas en un
libro de hojas movibles-. Tú estabas aquí la última vez que tuvimos un parón, ¿verdad,
Stanelli?
Stanelli asintió. Había sido lamentable. Todo se desplazó. Había pasado varios días
Antes del parón fijando las cosas, y a pesar de ello casi todo se movió. Tardó semanas en
volverlo a arreglar todo. Fue un verdadero lío.
-Esperemos que no será necesario de nuevo antes de que nos convirtamos en el
nuevo Satélite -dijo Gaiter. Al oír la mención del nuevo Satélite, Simpson miró
inquisitivamente de Gainer a mí. Naturalmente, como yo estaba en Planes, sabía a lo que
se refería Gainer. El arreglo de hacer girar las mansiones no era sino un paso intermedio
hacia la forma anular final, en la cual se haría que todo el Satélite girase alrededor del
Acumulador Solar Central. El trabajo de transformación estaba ya a punto, pero aquel
momento no parecía el más oportuno para comenzar a discutirlo, de modo que
proseguimos nuestro camino.
Gainer nos indicó el oxigenador y el acondicionador de aire que suministraba esta
mansión "B".
-Aquél artefacto de forma extraña es el Conservador de esta mansión- prosiguió
diciendo-. Juntamente con el Energizador Central es la pieza de equipo más importante
que tenemos por aquí arriba. La verdad es que sin él la vida sería imposible por un
espacio de tiempo de alguna longitud.
Pregunté cómo funcionaba, que hacía. Aquella caja de forma rara que era el
Conservador no parecía hacer nada, no se veía nada que accionase, no tenía partes
móviles.
-No soy un experto en este departamento de tecnología del Satélite -respondió Gainer -
, pero puedo daros una idea aproximada. Oiréis hablar mucho de ello Antes de que os
vayáis. Sobre la Tierra el proceso de mantenerse vivo se realiza con mucho desperdicio;
tomamos alimentos, aire y agua, absorbemos su energía y descartamos lo que queda.
Parte de esa energía se utiliza en el esfuerzo muscular, y parte en renovar el desgaste del
cuerpo humano. Pero el peso y la constitución del cuerpo humano permanecen
aproximadamente constantes desde la madurez hasta la muerte, de modo que,
evidentemente, durante este periodo no consumimos materia ninguna. En caso contrario,
cada vez seríamos mayores -como los árboles que absorben agua y sales solubles y
descargan hojas, frutos y ramillas en cantidades relativamente pequeñas-. Pero nosotros,
los seres humanos, una vez hemos llegado al estado de madurez, nos quedamos del
mismo tamaño y peso. No acumulamos materia, sino que descartamos todo lo que
absorbemos. El total de lo que tomamos debe igualar exactamente, durante los años de
madurez, la producción total en forma de excrementos, orina, sudor, exhalaciones, cortes
de uñas y cabellos, etc. No acumulamos nada. Solamente los niños, y las madres durante
el embarazo, transforman la materia de su alimento en materia de tejido vivo. Los demás,
efectivamente, extraemos de nuestros alimentos una pequeña cantidad para compensar
las pérdidas debidas al desgaste muscular (cuyos productos van incluidos en alguna de
las formas de producción, excrementos, etc.). Pero fundamentalmente extraemos energía
y solamente energía.
"La única fuente de energía terrestre es el Sol. Excluyo la energía potencial de la
rotación de la misma Tierra que no afecta a la teoría general en la que hemos basado el
Conservador, el Energizador y el Acumulador Solar. Prescindiendo del factor rotación,
podemos afirmar que la única fuente de energía sobre la Tierra es el Sol. Puede quizá
pensarse en la energía que se deriva del carbón o de los saltos de agua, pero ambas
tienen su origen en el Sol; el carbón fue en un principio forestas alimentadas por el Sol, y
el agua del salto fue en un principio transportada a lo alto en virtud de la evaporación
producida por el Sol. No consumimos, por lo tanto, más que energía solar. Durante el
proceso transformamos materia, pero no la consumimos. La suma total de materia sobre
la Tierra es constante.
"Podemos ver inmediatamente que las condiciones en el Satélite son exactamente
análogas a las condiciones sobre la Tierra. Las mansiones tienen que ser necesariamente
herméticas, de modo que nada se pierda. El total de materia en el Satélite es constante.
"Sobre la tierra la acción de los árboles, los microbios y las plantas, transforma
nuestras descargas en alimentos. Sobre T Uno eso lo efectúan el Conservador y el
Energizador, los cuales funcionan indirectamente por acción del Acumulador Solar. El [ Pobierz całość w formacie PDF ]

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